Querido 6° A,
Espero que se encuentren muy bien. Es muy grato para mí,
compartir mi devolución respecto del último intercambio realizado.
Me gustaría comenzar esta entrada, con una
cita/recomendación: de acuerdo con Galeano,
“…El lenguaje dominante, imágenes y
palabras producidas en serie, actúan casi siempre al servicio de un sistema de
recompensas y castigos, que concibe la vida como una despiadada carrera entre
pocos ganadores y muchos perdedores nacidos para perder. (…) La injusticia,
fuente del derecho que la perpetúa, es hoy por hoy más injusta que nunca, al
sur del mundo y al norte también, pero tiene poca o ninguna existencia para los
grandes medios de comunicación que fabrican opinión pública a escala universal.”
Considero que este conjunto de palabras, resume en justa
medida, la mirada que supieron interpretar todas/os ustedes, respecto del lugar
que los medios masivos de comunicación (MMC) ocupan, a la hora de divulgar
noticias, no información, sino noticias.
En este caso en particular, en el que analizaron un documento
propio del EAAF, organismo que conocen y estudiamos con profundidad,
comparándolo con una noticia que relevaba su trabajo, no ha sido compleja la
tarea. Sin embargo… ¿Cuántas noticias llegan a manos de la ciudadanía a través de los
medios masivos sin otra fuente contrastante? ¿Cómo afecta esta situación a la construcción
de nuestra opinión y forma de ver el mundo?
Así lo señalaba Leonel,
que notaba que la omisión de información o la mala información constituye una
falta de responsabilidad por parte de los MMC. Del mismo modo, Rocío, que manifiesta que la
subjetividad con la que trabajan los MMC, no puede evitarse, pero sí, es
posible lograr una intervención más activa, como ciudadanas/os, informándonos a
través de otras fuentes. O tal como propone Celeste, los medios tienen una falta de compromiso social muy
notable. Y las palabras son poderosas y peligrosas armas que pueden influir en
la formación de posturas, generando consecuencias para todas/os. Leila y Tomás, coinciden en que la influencia sobre el conocimiento que la sociedad
construya, genera un ciclo de desinformación que debe ser cuestionado. En forma
similar, Lucía, Chiara y Brian, expresan
que esta situación genera la obligación de compromiso responsable de la
ciudadanía, frente a la manipulación que establecen sin medida, los MMC.
Por otro lado, Shaiel,
se pregunta si no sería lógico esperar que los medios de comunicación permanezcan
sin ninguna tendencia político-partidaria, y se encargue de informar
objetivamente. Y Ariana, propone que
es abrumadora la falta de compromiso puesto que se naturaliza que la población asuma
“verdades” falaces. Nicolás, Florencia y Juan Pablo, coinciden en que la falta de honestidad, denota
intencionalidad para favorecer intereses político-partidarios y que ya no
deberíamos confiar en los medios, que como objetivo, nos desinforman.
Ahora bien, poniendo en el eje de análisis el trabajo de la
Ciencia y en particular del EAAF, Camila
se propone pensar cómo influyen los MMC en el lugar que ocupan las Ciencias en
nuestro país. Santiago, en este
sentido, opina que la distorsión de la noticia, resta validez y legitimidad al
trabajo que se intenta divulgar. Al igual que Gabriel y Kevin, que
expresan que el EAAF no es valorado en la medida en que lo merece, sin
comprender por qué, no se comparte con la ciudadanía semejante labor.
Una vez más, les agradezco profundamente, su mirada observadora
y cuestionadora de las propuestas. Me siento muy gratificada por su nivel de
participación y compromiso, puesto que me invita a pensar que la construcción
que transforme estas situaciones es verdaderamente posible. Les deseo hermosos
días de descanso. =) Paola.
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